sábado, 25 de abril de 2009

Un millón en vestidos y un amooor

Alicia dormía con un camisón blanco que a Alberto le encantaba. El dio varias vueltas en la cama, se levantó, la besó en la frente y dijo en voz muy baja:
-Hoy me vas a volver a querer. Te lo prometo.
Agarró unas monedas, vació la caja de los ahorros y partió hacia el Casino de Tigre.
Durante el viaje en colectivo pensó que si ganaba le compraría a Alicia muchos vestidos que se parecieran a su camisón. Qué lindo le quedaba.
Cuando llegó al casino convirtió su dinero en fichas y en la ruleta apostó todo al negro.
-Usted está loco-le dijo el croupier.
Loco. Pensó Alberto y movió las fichas al 22. Lo hizo cuatro veces y las cuatro veces salió el 22. Eran las cuatro de la mañana y Alberto tenía un millón de pesos.
No le costó dejar de apostar, porque se imaginó que con todo ese dinero podía comprar muchos vestidos. Alicia va a volver a sonreirme con muchos vestidos; pensaba.
Cambió las fichas.Todo en efectivo, pidió y guardó la plata en su mochila.
Llegó al Unicenter cuando aún no amanecía y se sentó en la puerta. Cuando el shopping abrió, Alberto fue directo al local donde había visto a Alicia más de una vez apoyar la nariz y mirar esa ropa que nunca podía comprar.
-Deme un millón de pesos de los vestidos más lindos que tenga; de esos que parecen camisones-le dijo a la vendedora-No-se corrigió-un poco menos de un millón, así que me queda para el taxi y para una cena en el mejor restaurant. En uno del centro.
Pagó y se fue cargado de bolsas.
Alberto llegó a su casa cerca de las diez y encontró sobre la mesa de la cocina el mate listo con el termo al lado y una nota:

Nuestra suerte estaba echada.
Quiero otra vida.
Quiero muchos vestidos.
Me voy. Por favor , no me busques.

Alberto, sin llorar ni pensarlo, agarró la tijera del costurero de Alicia y cortó todos los vestidos. Cuando terminó, y el pedazo de tela más grande le cupo en la palma de la mano, se sentó frente al mate y se clavó la tijera en el corazón.

8 comentarios:

Bruja dijo...

oh no!
me desafila la tijera de costura y lo reviento!

=)

Bruja dijo...

Alicia: ingrata y mala mujer. Bien para un tango.

soyelhijodeorfilda dijo...

¡Qué lindo cuento para ser leído un domingo a la tarde! ¡Dan ganas de balearse en un rincón! ¿Podrías modificar el final? V. Gr. "Alberto conoció entonces a la mujer que mejor lucía cuando sólo vestía su propia piel".

Ojaral dijo...

Qué manera de caerr en lugares comunes! Y ese tufillo moral me parece muy inapropiado. :P
Saludos!

Ana María Brito dijo...

Si se mata por una mujer ingrata...no merece vivir, por idiota ...
De ella mejor ni hablar ,esa si que no tiene un sexto sentido!!!

tanto amor empalaga dijo...

el final conmovedor!
tijera corazón!

Analía dijo...

Ojaral! Suba el suyo, que si a soyelhijodeorfilda (vecino suyo de Escobar) le amargó el domingo mi cuento, con el suyo que tiene el billete de dos pesos descolorido y la casilla lo rematamos!!!

Protervo dijo...

habia uno parecido pero con final feliz

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