jueves, 3 de mayo de 2012

Genes

Mi hijo me dice que en la prueba de matemática se sacó un bien menos.
"No me puse mucho las pilas".
Le explicó que va a tener que practicar más.
Luego me dice que en la de lengua se sacó Muy Bien Más.
que lo felicitaron por su lectura
y que escribió un cuento con aljibes voladores.
llegamos a casa y busca en internet la página de PAKA PAKA
quiere ver videos de Zamba, el niño que viaja en el tiempo
"Necesito encontrar el capítulo del Combate de San Lorenzo"
Es "fan" de San Martín, hasta le compuso un tema.

No puedo seguir hablando del bien menos, me olvido, se disuelve
es culpa de la génetica.
Somos tan parecidos que me veo compartiendo la calculadora con él por siempre.

lunes, 2 de abril de 2012

Que la guerra no me sea indiferente

La vigilia comenzó temprano, cerca de las 21 en la Plaza de las Fuerzas Armadas de Junín, llego con Julio y Franco, ya hay música. Enseguida lo vemos a Carlos Garrido, un Veterano del Regimiento de Patricios que eligió Junín para vivir y para ampliar su lucha por el reconocimiento y por la memoria. Nos saluda y dice “Gracias” siempre agradece Garrido; y a mí me sale enseguida el “No. Gracias a vos”, ese gracias que significa “Perdón, perdón, perdón. Qué pelotudos fuimos”. Pero él agradece y me hace sentir parte de la lucha, y eso me carga de pilas. Nos invita a escuchar a la banda “M-82”, a puro metal. Franco está como loco revoleando la cabeza “Trajimos bandas porque queremos atraer a los jóvenes”, me dice Carlos mientras intenta con otros compañeros encender las antorchas para una noche especial. “Nos llamamos M-82”, por La Guerra de Malvinas, en memoria de los pibes que se no volvieron, de los que allí lucharon” dice el cantante al cerrar su presentación. Aplauso cerrado. Detrás del escenario hay atriles con fotos actuales de los pibes. Antes de que arranque la segunda banda voy a mirarlas, son fotos muy lindas: fotos que denotan lucha, tristeza pero también orgullo. A casi todos les conozco la voz, porque tuve el honor – y como le dije ayer a uno de ellos- “el mejor trabajo de mi vida”, de desgrabar y editar entrevistas en donde contaron todo. Porque quieren hablar. Basta de silencio: el horror puede hacerse palabra; palabra para saber, palabra para no repetir. Contaron lo inusitado de la guerra, el entusiasmo inicial en los barcos, la noción primera de oscuridad total a las cinco de la tarde: Habían llegado a las Islas. Contaron el frío y el hambre. Como una casa describieron sus pozos y las ratas que buscaban refugio en los bolsillos de las camperas. Contaron esa noche donde dejaron definitivamente de ser pibes cuando la muerte les respiró en la espalda: las bombas del 1 de mayo, que parecía que caían acá al lado, pero no: explotaban a muchos kilómetros y varios segundos antes de que se oyera el estruendo. La guerra ya los había marcado, la cabeza de los soldados era una calesita de contradicciones, y tomó velocidad cuando los ingleses los miraban sorprendidos ante su edad y poca experiencia y, como prisioneros, los trataron mejor que sus propios superiores. Y a pesar de todo lo vivido, que con toda impunidad resumo en tan pocas líneas, el frío realmente paralizante vino con la vuelta: de noche, en silencio y con la desesperación de poder llamar a sus familias. Estoy vivo, mamá. Volví, papá. Recuerdo hoy, y lo hice por muchos días, la carta de una madre su hijo soldado “Yo quiero a mi patria, entiendo que hay que luchar, que tiene que ir gente: pero no mi hijo; que me perdonen”. Luego todo se heló y oscureció, como otro anochecer en Malvinas. Pero fue una noche aún más larga. A treinta años estamos en la Vigilia, toca la segunda banda, tiene un nombre larguísimo que no recuerdo pero me reí al escucharlo. Los ex combatientes están vestidos iguales con remeras azules y gorros con un bordado de las islas. Hay sonrisas, la gente los saluda y creo que aunque sean las diez y pico de la noche puede que empiece a amanecer. Me encuentro con Paola, mi cuñada, que fue una de las que realizó las entrevistas. Me quiere presentar a todos “Ella es la que desgrabó las entrevistas de todos ustedes”. ¡Pobre! Dicen algunos. Me gusta conocerlos, a ellos y a sus familias, y decirles que estoy tan lejos de sentirme “pobre”. Tomy Zsumilo y la UNNOBA Big Band, aununcia un locutor con voz de “Sucesos Argentinos. Tomy es otro veterano al que conocía por voz, ahora veo sus dados rápidos al ritmo de “Ji, ji, ji” mientras le digo a Franco que este es el tema pogo más grande del mundo. El aplauso es cada vez más fuerte, sobre todo cuando más tarde muestran videos con fotos del 82. Puta, que chiquitos; pienso. No me importa llorar aunque tenga a un veterano al lado que se mantiene fuerte. Se ven chicos y esbozan sonrisas, se cargan y señalan entre ellos a medida que aparecen las fotos. Pero puta que eran chiquitos. Se acercan las 12 y nos acomodamos, como en un patio de escuela, alrededor de la Bandera. Llega la banda Curupaití. Canto el Himno muy fuerte. No se escucha otra cosa, a pesar de estar entre avenidas llenas de motitos. Somos todos una isla izando la bandera. Más tarde, la banda se va tocando. Mañana salgo temprano a Buenos Aires. Me acerco a Garrido y me sale un abrazo. Otra vez me dice “Gracias”. No, gracias a vos.

lunes, 30 de enero de 2012

Cosas que te pasan cuando dormís y se te da por soñar

Soñé que estaba internada en un neuropsiquiátrico. No tenía pinta de hospital, era más bien una casona devenida en clínica.
Allí pasaba los días hábiles y los fines de semana podía volver a casa, siempre con un familiar.
Los sábados iba con mi abuela a Coto y me compraba de todo para llevarme; en esta oportunidad me regalaban lápices, marcadores y hojas. Pude entrar todo, pensé que no iba a ser así ya que uno de los internos se había clavado un lápiz en el cuello.
Entre mis compañeros, estaba Marce, compañera mía del taller con Juandé Incardona. Se había internado sola; sus padres estaban en Europa y no habían venido a verla todavía. En su cómoda tenía fotos de su familia.
Recuerdo que hubo un baile,y en un momento le decía a un grupo "Ojo con este lugar... siempre hay un loco dando vueltas".

lunes, 23 de enero de 2012

Cosas mías

En el capítulo de hoy: ODIO QUE SE OLVIDEN DE MI CUMPLEAÑOS.
No, ahora no; ya fue. Te olvidaste.

lunes, 16 de enero de 2012

Old

¿Qué es más síntoma de viejazo en verano?
¿Comprarme un vestidito en playa solo apto para quinceañeras con la mitad de mi masa corporal?
¿Querer dar una vuelta en banana?
¿Que refloten las ganas de hacerme un tatuaje?
Conformarme con una trencita ¿tal vez?
¿Pensar que voy escribir sin parar todo el año?

domingo, 15 de enero de 2012

Y como una dama mendocina,
me dispongo a bordar una nueva bandera
mi bandera. Mía.

domingo, 8 de enero de 2012

Saltar olas con él...


se lo extraña.

sábado, 7 de enero de 2012

Hay que escribir

Hay que escribir, cualquier cosa pero escribir. Lo primero que pase por la mente.
Hace poco vi un programa en Encuentro sobre el Cangrejo Fantasma, unos bichos divinos estéticamente. Llegan a la playa y hacen un pozo. Con la arena que sacan construyen una montaña que servirá para atraer a las hembras. Acá también gana el que la tiene más grande, dije, y es así. La cosa no es fácil, porque las olas tapan algunos pozos y los cangrejos salen a usurpar refugios de otros; se torean un rato (porque se torean sin trapo rojo) hasta que uno se retira.
Arriban las hembras, miran las montañas y se deciden. El macho sale a seducirlas; se observan un rato parece que se dijeran cosas como "¿siempre venís acá?", hasta que se mandan al pozo...
Cuando veo cosas como estas creo que alguna vez se hará un documental sobre las costumbres humanas. Que nos muestren así, como cangrejos migrando en masa a la Costa Atlántica cada verano.

miércoles, 4 de enero de 2012

Evita Montonera

Anoche soñé con mi amiga Eva. No la veía, nos mandábamos mensajes a través de un sistema rústico pero a la vez, innovador: ambas teníamos enfrente un papel grueso amarronado y con sombras en los extremos, como el del diario de Tom Riddle en Harry Potter. Yo escribía “Eva ¿cómo estás?” en alguna parte de la hoja, al azar y ella me respondía. Así la charla se extendía desordenada, ya que los recovecos para escribir se terminaban. Me gustaba eso de saber que estábamos frente al mismo papel, de conocernos la letra. No recuerdo la conversación, pero era algo gracioso, porque yo me reía y escribía “montonera, Eva ¡renuncie!”

martes, 20 de diciembre de 2011

Diciembres

Durante mucho tiempo soñé que estaba embarazada y que mi hijo era un muñeco. Nunca tenía un bebé de verdad.
En noviembre de 2001 tuve unas pérdidas que me llevaron a la guardia ginecológica del Centro Médico que tiene La Bancaria en el último piso de la central de Banco Nación, el médico me dijo: es un embarazo de tres meses o un quiste en el ovario del tamaño de una naranja...
Se confirmó lo segundo y todo fue desilusión: no había bebé y había que operar a ese ¿muñeco?
El 19 de diciembre entré al call center y comenzó la lista de llamados a los morosos, al promediar el día se escuchaba mucho del otro lado del tubo "¿Vos no ves lo que está pasando?". Y no, no veíamos nada: no había tele, ni ventanas, tampoco teníamos internet. Salí y me fui a terapia. Débora, mi psicóloga me dijo "Pensé que no ibas a venir con todo lo que está pasando..." Ahí me explicó. Nos asomamos por la ventana y me mostró todos los negocios cerrados, con las persianas bajas, eran las 5 de la tarde. Al día siguiente la situación no había cambiado: los llamados debían continuar. Coordiné con una clienta un pago de parte de su deuda en Sucursal Neuquén, a cientos de kilómetros de su casa. Cuando llegamos a la fecha, resultó que si hacía ese viaje pasaba navidad lejos de su casa. Nos quedamos en silencio. No sé qué le dije, y me fui para el baño con un nudo en la garganta. Allá la encontré a Paola, llorando y dijo "Me voy. Así no trabajo más". Me sumé y fuimos más. La situación era incontrolable, nos mandaron a todos a casa.
Llamé a Julio para avisarle que había llegado bien, pero los balazos en el portón del Ministerios de Desarrollo Social no lo dejaban escuchar: Cuando pueda salgo. Me dijo. Yo miraba la tele, los gases en La Plaza y mi hermano laburando a pocos metros.
Volví a respirar cuando Julio llegó a casa y Fede me avisó que había podido salir bien.
Se venía mi cumpleaños en medio de presidentes y análisis prequirúrgicos. Con un entusiasmo inusitado, aplausos de fondo llegué a mis veinticinco con el Adolfo declarando el default y una torta de Las Chicas Superpoderosas que me hizo mi mamá.
El 10 de enero me preparé para el cuchillo, le dije a Julio que apenas saliera le preguntara al médico si iba a poder tener hijos; solo eso.
Entré al quirófano, vi un monitor chiquito y dije "¿Me despiertan cuando empiece la película?"
-Sí,-me dijo el cirujano- apenas aparezca el león de la Warner te despertamos. Pero como siempre pasa cuando quiero ver tele en la cama, me dormí y mucho. Al despertar estaba entrando en la habitación. No podía hablar. Mi viejo me dijo que había salido todo bien. Lo miré a Julio y asintió. De fondo sonaban las cacerolas en la esquina del Policlínico Bancario, compañeras de mi posoperatorio.
Otro diciembre, el de 2002, me encontró el 15 almorzando con mis sobrinos. Santi me dijo que estaba gorda porque tenía un bebé en la panza. Como pude esperé hasta el 17 y me hice el test, sola en casa (algo que siempre me va a recriminar Julio); al día siguiente fuimos al médico, otra vez la guardia ginecológica, otra vez el policlínico... pero era diferente. El diagnóstico del análisis fue "embarazadísima"
No volví a soñar con el bebé-muñeco nunca más, y tampoco en 2003 voté a Kirchner, pero al día siguiente de su asunción me fui a la Casa Rosada para ver su encuentro con Fidel. De lejos pero lo vi. Trepada en una valla con mi panza de seis meses. Llegué contenta a casa con un terrible dolor de piernas.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Como diría el chat de Gmail "Hemos vuelto..."

Encontré comentarios que no había leído, pero creo que estaban ahí esperando este momento. Gracias.
Y como vienen de lindos los diseños, creo que voy a cambiar plantillas hasta que Don Ramón pague la renta.

martes, 14 de junio de 2011

Mujercita

Ahora con la computadora me pasa menos,
pero de chica, cuando escribía con la lapicera de pluma,
me gustaba que el dedo mayor quedara manchado con tinta en el costado.
Así me sentía Josephine March
Así me sentía un poco escritora.

lunes, 13 de junio de 2011

Para el Titán

Es un cuento que escribí hace dos años casi. Pero lo recordé mucho estos días palermistas


Superclásica


Cuando me levanté, todavía podía sentir el olor a Pino Silvestre mezclado con transpiración que emanaba el Burrito Ortega, mientras me abrazaba y repetía "Quedate un ratito más". Fui rápido al baño, me lavé la cara con una esponja rasposa y me puse crema hidratante, pero nada; en cualquier momento las ojeras me iban a llegar a las rodillas.
- No puedo seguir así.
Lo dije sola, en voz alta, mientras agarraba el teléfono y llamaba a Paula, mi mejor amiga, estudiante crónica de psicología:
-Clau. No significa que tengas fantasías con el Burrito Ortega. Lo tuyo es un desplazamiento: como tu ex es de River, soñás que te curtís a Orteguita ¿Entendés? tenés que olvidarte de él, aunque labure con vos, ver la forma de sacarlo de tu cabeza ¿cuánto hace que no dormís bien?
Ni me acordaba. Todas las noches, Mariano, mi ex se me aparecía de alguna manera: a través de River o de la pizza, sus dos pasiones. Desde sesiones de sexo desenfrenado con el Muñeco Gallardo hasta un ataque de aceitunas gigantes rodando por la 9 de Julio.
No quería volver a analizarme. Necesitaba soluciones mágicas, algo que se comprara en Sprayette, pero por el momento seguía con pastillas inútiles.
Uno de esos días, Estela de Contables me llevó a la cocina, preparó té e insistió tanto con los qué te pasa, que le conté. Estaba por ponerme a llorar y a ella se le dibujó una sonrisa; le quise pegar, pero se puso así porque tenía “la solución a todos mis problemas”:
-Se llama Osvaldo Dreams, es médico oniroterapeuta. Yo fui hace dos años porque solo soñaba boludeces: que compraba lechuga, que le cambiaba el cuerito a la canilla. Un embole. Ahora no paro de soñar con George Clooney, te juro que hay días que me levanto… exhausta. De verdad. Por ejemplo, ayer soñé que me agarraba de…
La frené. No quería saber tanto y la idea me parecía ridícula. Seguro que era un chanta, aunque era cierto que hace dos años Estela era capaz de hablar todo el horario de almuerzo sobre un helecho.
El no ya lo tengo, perdido por perdido, más vale pájaro en mano, y bueno dale, pasame los datos, le dije. No creo que puedan empastillarme más de lo que estoy. Me quedé mirando el papel con la dirección.
-¿En qué andás?- me dijo Mariano, que pasaba con su taza y una porción de muzzarella.
- Qué te importa.
- Uh bueno, qué día tenemos, ¿eh? ¿Te fijás si me quedó orégano en los dientes?
Me fui al escritorio, apagué la computadora y salí corriendo. No quería ni pensar en lo que sería mi noche después de esa imagen.

El lugar era un consultorio común y corriente, con una recepcionista que me hizo notar que no tenía turno. ¿Una guardia no tienen? Es una emergencia. Te hago un lugarcito, me dijo. Esperé seis horas y por fin el Dr. Dreams me llamó. Le conté mi problema, respondió con varios ajá, a lo psicólogo y sacó una hoja membretada:
- Mirá Claudia, ¿Claudia me dijiste que te llamabas, no?, bueno, lo que vamos a hacer es un desplazamiento inducido. El tema de River y la pizza va a seguir presente, pero trataremos de hacerlo placentero, por ejemplo, sexo con Matías Almeyda, ciento cincuenta pesos, puede durarte de una a cinco noches, aproximadamente. En ese lapso te vas a relajar.
-Si, si... pero Almeyda no me gusta. No me gusta ningún jugador de River. Soy bostera.... No sé... un Palermo ¿no se podría?
-Eso sería un desplazamiento inducido opuesto. Es más trabajo, estamos hablando de trescientos ochenta pesos.
No era el mejor mes; había tenido gastos extras por arreglos en mi casa, pero como no dormía, no daba ir al gimnasio y a Estela le había ido tan bien.
El Dr. Dreams en una segunda cita puso unos electrodos en mi cabeza, me hizo llevar una camiseta de Boca, mirarla durante casi tres cuartos de hora mientras cantábamos:

las gallinas son así
lo más amargo de La Argentina
cuando no salen campeón
esas tribunas están vacías

Me parecía de lo más extraño pero el doctor me dijo algo de los "restos diurnos", que eran muy importantes, así que seguí con el cantito. Él era el profesional.

Noche Uno: Mariano está rubio platinado (le queda horrible) pasa frente a mi escritorio con su taza CARP, pero la veo azul y amarilla.

Noche Dos: Mariano está rubio platinado, pasa frente a mi escritorio con su taza CARP azul y amarilla. Me toca el culo y me río. Igual me despierto al toque y no vuelvo a pegar un ojo.

Noche Tres: Mariano está rubio platinado, pasa frente a mi escritorio con su taza CARP azul y amarilla. Me toca el culo y me río, me doy cuenta de que estoy soñando, pienso en Palermo, pero cuando lo encaro es Riquelme…rubio y me dice “¿A Riquelme le quedó orégano en los dientes?”

Noche cuatro: de terror, parece que Riquelme y Mariano se parecen mucho.
- Mis primeras noches también fueron confusas-me dijo Estela.
- Está muy bien, está muy bien. Ya casi desterramos a River- dijo Dreams en la nueva consulta.
- Sí, pero el acuerdo había sido soñar con Palermo y de eso nada. Doctor- dije llorando- , estoy desesperada, hace un mes que no duermo. Ya me da miedo dormirme, encima me llegó que Mariano ya anda con otra de la oficina, una trola…
-Perdón-me interrumpió- usted nunca me dijo que trabaja con su ex. Esto es muy grave. Vamos a necesitar otra sesión de electrodos con visualización de goles de Palermo, y una semanita de vacaciones. No, no; no ponga esa cara de espanto, es imperioso que se aleje de esa oficina.
Mi cara de espanto se elevó al cubo cuando recibí la nueva factura, creo que llegué a balbucear ¿seiscientos pesos de qué? Y me dio una hojita con letra ilegible, que según él decía: electro hipnosis, inducción intensiva, arte y cine ¿arte y cine? Claro, para la edición de los goles de Palermo y la exclusión total de Riquelme.

-¿Un adelanto del sueldo?-me dijo rara la tesorera-¿tiene algún problema? Porque, de verdad se lo digo, tiene unas ojeras...
- Mi mamá está muy mal. Es para un tratamiento .
Me fui una semana a la casa de mi abuela, en El Cazador. Ella estaba en Salta esperando ver a la Virgen del Cerro. Cuando llegué, no había nada en la heladera y el único negocio abierto era una pizzería. Pizza no, restos diurnos, condensación, orégano, fusión de ideas ¡veneno! Pero no había otra cosa, mi panza crujía, así que me compré cuatro porciones de fainá, porque la fainá no es pizza-pizza.
Después de cenar me senté en la cama y prendí el DVD portátil que el doctor Dreams me había prestado. Pasé dos horas y media mirando goles de Palermo.
Los ojos se me cerraban y me puse contenta.

Clau, Palermo es el mejor, me voy a hacer de Boca, a teñirme de rubio. Quiero comer fainá con vos toda la vida. Quiero ser el hombre de tus sueños.

Ni Ortega, ni Riquelme: Mariano. Eran las dos de la mañana y no podía parar de llorar. Mi inconsciente era un turro hijo de puta, y el doctor Dreams su cómplice.
A las siete, con la cara hinchadísima, salí. La pizzería estaba abierta para el desayuno. Me tomé un café.
El pizzero pasaba el lampazo por el salón casi desierto, me miraba y fruncía el ceño. Se paró al lado de mi mesa:
-Señorita, disculpe; anoche vi que se llevó un montón de fainás ¿no le hizo mal? Porque mire que acá hacemos todo tipo de comidas: empanadas, pollo al spiedo, pastas, no tiene que llevar pizza si no le cae bien, me avisa con tiempo y le preparo lo que quiera; porque usted no tiene cara de que le guste pizza.
Pensé que iba a llorar de nuevo, pero no, me refregué los ojos encargué unos ravioles con salsa para el mediodía y pagué.
-Tiene razón. No me gusta la pizza y soy de Boca.

Minuto cuarenta y siete. Gol de Argentina. Palermo sangra sin camiseta y la lluvia lo recorre todo. Primero lo abrazo, después soy yo la que festeja y sangra bajo la lluvia. Yo hice el gol y Palermo lo festeja conmigo.

Dormí hasta las tres de la tarde y a la noche cené los benditos ravioles.

jueves, 6 de enero de 2011

2011

las picaduras de mosquito en mi pie derecho formaron la constelación de Orión.
Yo quería escribir sobre cadenas carbonadas pero este hallazgo me superó.

lunes, 21 de junio de 2010

La Novicia K

Dedicado a mi psicóloga y a la oposición

Anoche soñé que me enamoraba de Amado Boudou
El era viudo, pobrecito
tenía dos chicos, una nena y un nene
yo los cuidaba, era su niñera.

Si dormía un ratito más quizás les cantaba "My favorite things"
Tiene razón Juandé: la intertextualidad se me escapa hasta cuando duermo.

domingo, 18 de abril de 2010

Ella

El se dio cuenta después de que vieron la película por octava vez. Ella le daba la espalda en la cama, rechazaba el beso y su mano exploradora. Ella se quedaba suspendida, como si fuera una imagen congelada frente a los labios carnosos de Scarlett Johansson.
A Scarlett quería tocar, besar y tener en su cama esa noche. Con la mirada de "Perdidos en Tokio" y el pelo rubio y cigarrillo de "Vicky, Cristina, Barcelona"
-Es linda Scarlett- decía él a veces, buscando complicidad. Pero ella, de golpe se perdía de nuevo y la buscaba en las sábanas donde no estaba. Quería tocar el culo en forma de manzana perfecta que no encontraba. Quería comerle la boca como un bubalú. Es tan frutal Scarlett. El deseo la atravesaba a ella, aún estando con él, aún excitada con él. Y le gustó tener a Scarlett en el medio, y un poco a él también.
Ella quiso ser Scarlett y a la vez tenerla. Ponerse una peluca rosa y besarla en un ascensor frenado entre dos pisos de un hotel oriental. Tomar zake con Bill Murray, para luego tirarse en la cama en remera y bombacha, mirar una película y que sus piernas se rozaran. Y que afuera se escucharan bocinazo y ruidos intermitentes de jueguitos electrónicos.

domingo, 21 de marzo de 2010

Necesito...

un cono del silencio, portátil
más aislante, que silencioso
que tenga música
música que no me incite al homicidio

martes, 16 de marzo de 2010

Quiero...

que Anibal Fernández y Victor Hugo Morales sean mis mejores amigos.

sábado, 2 de enero de 2010

Onda Bicentenaria


Pasó mi cumple, vino Papanuel y las amigas de Palabras Enredadas vinieron a ser una especie de Reyes Magos adelantados.
No puedo decir que en esta año bicentenario voy a leer doscientos libros porque no llego... pero debería, ya que los mayas dicen que en el 2012, Pum!
Por ahora, voy a ver si llego a devorar estos regalitos para el 25 de Mayo, ¿está bien?

sábado, 21 de noviembre de 2009

Malo (Proceso expresivo o escribir a los pedos)

Malo juega a la pelota y siempre hace ful: pega patadas y cabezazos a sus compañeros y si es necesario, al árbitro, a la hinchada y a Marta, la viejita del vestuario. A ella le apagó un cigarrillo en la mano cuando le cambió el locker; porque el nuevo ahora, estaba en la fila de abajo y se tenía que agachar.
Malo tiene a su madre en un neuropsiquiátrico, a veces a a verla y le lleva flores con gusanos y lombrices para que se asuste; porque ella sueña que es atacada por lombrices, todas las noches. Cuando grita él le dice, dejá de gritar, loca de mierda, que llamo al Hombre Lombríz. te va a venir a buscar en cualquier momento. Solo tengo que pegarle un llamadito que viene.
Malo tiene una hermana. Buenita, se llama. Ella vive en el gallinero al fondo. Cada tanto, Malo cruza el patio disfrazado de Gene Simons y pisa pollitos con unas botas con clavos que se hizo, hace mucho, en una clase de actividades prácticas. Luego junta los pollitos muertos, con plumas y todo, los mete en una olla con agua a hervirlos.
-Buenita está la cena- grita. Y Buenita tiene cenar, aunque después vomite y Malo le refregue la nariz en el vómito como un perro.
Malo tiene novia. El dice que es su novia, porque nunca se lo pidió, ni le dio un beso.
Ella está sola en su casa. Tiene una pala, y lo espera.
Ella se llama Flor de Hija de Puta.

sábado, 24 de octubre de 2009

Tigre

No quiero más café
Otra vez
Tanque australiano sin agua
La casa se quema. Se salvó el perro
Ellos duermen con jack, Jilli; rocan sueños vacíos, Ay Dios mío.
Juan T. siempre está por hablar, cuenta historias graciosas de
fiestas de puntos.
no puedo ir a Monte Grande.
Cuándo:cómo: quién.


Autores: "Los Okupas" Vero, Guri, Juan T., Juan D. y Analía
Chancho va: Juandé.
Invitada Especial (a su propia casa): Marce Printed in Argentina

jueves, 15 de octubre de 2009

Se nos escapó la tortuga

El Gordo y Cani no se animaban a salir del vestuario del club. Afuera los esperaban los insultos y las recriminaciones: habían perdido tres a cero el clásico con Atlético Cipolleti. El descenso era casi un hecho. Matías, el cinco del equipo, estaba subido a un inodoro y vigilaba por el ventiluz. Cuando vio que la hinchada había partido, bajó a avisarles a sus compañeros:
—ya está, muchachos. Gordo, no llores esto no fue culpa nuestra.
El Gordo tenía los ojos hinchados, cada tanto se limpiaba la cara con su buzo de arquero embarrado y miraba con desprecio a Cani que se peinaba una y otra vez frente al espejo.
— ¿Y de quién es la culpa? ¿Mía por ser un colador? ¿De Cani por sacar un espejito del bolsillo cuando estaba en la barrera?
Cani lo miró con bronca. Matías intervino:
—Chicos: se nos escapó la tortuga. Esa es la verdad.
— ¿Cómo que se escapó la tortuga? —Dijeron, casi a coro, los otros dos— No puede ser, nos vamos al descenso.
Matías no podía disimular la cara de desesperación:
—Miren lo que dejó en el buffet—dijo—y sacó del bolsillo un papelito que decía: “Son unos amargos. Me voy. La tortuga”
—Qué cruel que es, amargo yo ¿Lo dice por mi diabetes, no? —dijo el Gordo que de a poco empalidecía y les hacía señas a sus compañeros para que le inyectaran la insulina que tenía en el bolso. Cuando el Gordo se recuperó, los tres salieron del vestuario y se sentaron en el cantero frente a la pileta. Se quedaron en silencio. Afuera todavía se escuchaban los festejos del Atlético Cipolleti, y desde la pileta uno de los chicos de la colonia les gritó
—Muertos, no sirven ni para metegol.
Cani les respondió con un piedrazo, que por supuesto erró, pero la coordinadora de la colonia, y dueña del mejor cuerpo del club lo había visto. Cuando Cani la vio acercarse, con voz seductora le preguntó:
—¿Quedo muy desubicado si te pido tu teléfono?
Ella lo agarró del pelo y le respondió:
—No subestimes a estos chicos, que hasta Pablito con su pierna enyesada te puede sacar el puesto en cualquier momento.
Cani tragó saliva, su cara se deformó:
—Me tiró del pelo, la hija de puta, me tiró del pelo—fue lo único que atinó a decir.
Matías, el más entero de los tres, invitó a los otros dos a tomar algo fuerte al buffete. Don Fermín no quiso fiarles, así que se pidieron un agua tónica para compartir. Por suerte el lugar estaba vacío, Cani, un poco más aliviado, dijo:
—No puedo creer que esto de la Tortuga. Quizás se fue a dar una vuelta para calmarse después de la derrota.
—No creo— Dijo Matías—me comentaron que se llevó toda la plata del buffete. Para mi que se mandó a Pehuajó, viste que siempre quiso conocer.
El Gordo no hablaba. Cuando vieron que era la hora de la merienda de la colonia se fueron del bufette por la puerta trasera, aunque costó convencer a Don Fermín de que los dejara salir por ahí.
—Vamos a revisar la caja de la Tortuga—dijo el Gordo decidido— Quizás allí podamos encontrar alguna pista de donde puede estar.
Cani y Matías estuvieron de acuerdo, antes se prometieron no decir nada al resto del equipo que ya bastante desmoralizado estaba.
El Gordo fue el primero en entrar al galpón del fondo del club, con una patada dio vuelta la caja de la tortuga, cayeron: una boleta de Prode del 72 (Cuando el equipo había ascendido a Primera B), una foto de Sandro con la que dormía los meses de frío y la postal de Ibiza con la que soñaba en verano.
—Ven lo que les digo, esta no es una Tortuga, es una perra. Nos abandonó, se fue a Ibiza a vivir “la vida loca” como decía ella.
Matías negó con la cabeza y abrazó al Gordo, Cani se les unió y recordaron juntos aquella hazaña de la tortuga el último 25 de Mayo, cuando en la maratón conmemorativa venció a la liebre de Sportivo Mar Chiquita.
—Si, muy lindo—Dijo Cani — y se agarraba la cintura tratando de imitar la pose de Sandro en la foto —pero recuerden también los resultados del doping.
—Que iba a saber la pobre que la lechuga mantecosa tenía sustancias que mejoran el rendimiento físico—Dijo Matías —Muchachos, no peleemos entre nosotros. Si la tortuga se nos escapó, pensemos en el próximo partido. Es cierto que en lo que va del campeonato nuestra valla adversaria sigue invicta, pero hay que dejar todo en la cancha.
El Gordo, fue hasta la caja, la pateó y se asomó por una de las ventanas del galpón.
— ¿Ven el campito de allá? ¿Las canchitas de handball abandonadas? están llenas de huevos de tortuga. Son sus hijos y esos huérfanos van a nacer y se van a ir en busca de su destino y a nosotros se seguirán escapando las tortugas y nos vamos a ir al descenso ¿Pueden entenderme?
Matías ya no pudo conservar la calma y agarró al Gordo por el cuello:
—Ella no nos va a abandonar—gritó.
Cani intentó separarlos pero no hizo demasiado, parecía no querer despeinarse. Unos gritos que se oyeron desde afuera los hicieron reaccionar:
—Ya se enteraron—dijo Matías y sacaba medio cuerpo por la ventana del galpón para ver el espectáculo: el resto del equipo, cada uno con una hoja de lechuga en mano, llamaba a la tortuga.
—Vamos amigos, enfrentemos la realidad—dijo Cani—estos pobres no deben saber que dejó una nota, voy a hablar yo, vos Gordo, tratá de no escuchar, por tu azúcar.
Estaban por dar la noticia cuando vieron que a unos metros se acercaba un hombre de traje negro y anteojos oscuros.
—¿Será un policía?—dijo Matías—el tipo no tiene buena cara.
—Para mi que es el de “Fideos Carlotta” que nos va a sacar el auspicio—dijo Cani.
—Ya no doy para disgustos—se lamentó el Gordo—no se si voy a tolerar volver a tener el nombre de la funeraria en la camiseta ¿Se acuerdan?
Los muchachos esperaban a que el hombre misterioso se acercara un poco más cuando sonó el celular de Matías. Lo atendió, escuchó por unos segundos y dijo:
—Está bien. Te avisamos—y cortó
—¿Quién era? ¿El de “Fideos Carlotta”?—preguntó el Gordo.
—Cani, andá a buscar al tesorero—dijo Matías— necesitamos plata, sino vamos a perder a la tortuga.
—No me digas que el de “Fideos Carlotta” secuestró a la tortuga—dijo Cani
—¿O fue el de “Sepelios Rocamora”?—dijo el Gordo, que otra vez empalidecía.
—No, no—respondió Cani entre molesto y preocupado— La que llamó fue la Tortuga, el que viene ahí es su nuevo representante. Pide aumento y participación en las ganancias de las entradas y el buffete.
El tesorero se acercó rápido con una caja de metal oxidado bajo el brazo. El Gordo improvisó una colecta entre los presentes. Don Fermín, mandó a decir que donaba una pata de jamón para rifar. Hasta los chicos de la colonia se aproximaron al lugar y dejaron algunas monedas.
No se les podía volver a escapar la tortuga.

sábado, 10 de octubre de 2009

Para Doris...

... que es vegetariana pero es mi amiga, con toda la contradicción que ello implica
... que me regaló su mano fotocopiada
... que somos hermanas de quiste, y anduvimos de cititour varias veces por el POBA
... que bailó conmigo danza contemporánea
... que diseñó conmigo cientos de top fives de buenoz mozos
... que me hizo ver Lost!
... que me repite lo que sé, ochocientas veces cuando necesito escucharlo de ella.
... que por suerte nos turnamos para estar mal, así ambas podemos escucharnos (qué sincronizadas)

Para la reina, de otra reina! ja!
Feliz cumple!

domingo, 20 de septiembre de 2009

jueves, 17 de septiembre de 2009

Tinta negra

Saca la vista de la pantalla, donde el excell escupe números y letras que se supone son personas que compraron un poco de felicidad. Mira por la ventana: el día que prometía acuarelas, trajo tinta china, carbonillas y aguadas a base de café.
Nunca amaneció, piensa ella y vuelve a mirar su computadora; siente que en cualquier momento llamará Phoebe y tendrá un diálogo parecido al que mantuvo con Jason Alexander en aquel capítulo de Friends.
El recuerdo de Friends le arranca una leve sonrisa. Pero se va.
Ella quiere un cómo estás; un ¿todo bien?
un marroc en el escritorio
un libro viejo de Parque Rivadavia
un recorte de diario
alguna pregunta porque sí
un meil porque sí
Y si la dejás volar, también quiere una fiesta sorpresa.

domingo, 13 de septiembre de 2009

Invasión

Me encantan los libros, quiero leerlos todos. En casa hay dos bibliotecas, repletas y desbordadas.
-Tenemos que hacer algo-le digo a Julio-poner estantes, acomodarlos. Si seguimos así, se van a rebelar y nos vamos a tener que ir, como en Casa Tomada.

sábado, 12 de septiembre de 2009

Del otro lado de Fernández

Tenía tres años, era sábado y me había quedado en casa de mis abuelos: un chalet enorme (por lo menos lo recuerdo así) en Fernández al 400, una calle tranquila con árboles y veredas anchas en Floresta. Al lado vivía una familia con varios hijos, y yo solía jugar con Aníbal, el menor de todos. El era más grande, tenía una gomera, sabía andar en bici sin rueditas y cazar insectos. Me limitaba a envidiar su sabiduría. Era el cumpleaños de Aníbal y me habían invitado. Mi abuela me hacía un vestido para cada fiesta, en esta ocasión estrené uno celeste de corte princesa.
Cerca de las cinco mi abuela me llevó, la invitaron a quedarse pero explicó que tenía gente a cenar y debía preparar la comida y que me dejó. Me aburrí, mucho. En el comedor estaba la familia y cuando las tías se cansaron de pellizcarme los cachetes luego del “esta es la nieta de Beatriz, mirá que grande que está”, ya no me prestaban atención. En el patio había muchos chicos que jugaban a ponerle la cola al burro y al huevo podrido, pero eran compañeros de escuela de Aníbal, no me conocían y eran más grandes. Por fin, después de mucha Fanta y de no agarrar nada de la piñata, llegó el momento de la torta. Un ratito más y me iba.
Aníbal sopló las velitas y su mamá me dio un pedazo de torta. Lo mordí, una parte quedó en mi boca y otra, más grande, se me fue adentro del vestido. Cuando metí la mano para sacarlo, un par de los chicos me vieron y se rieron. Antes de que se corriera el chisme fui al comedor y me senté al lado de la puerta. Ya no intentaban pellizcarme y sentía en el pecho restos de torta que no había podido rescatar. Me fijé que nadie estuviera mirando, abrí la puerta y salí corriendo; crucé la reja de entrada y fui por más: crucé Fernández. Ya era de noche y miré la escena como si estuviera muy lejos: en la casa de Aníbal seguía la fiesta sin mí, en lo de Mariana las luces estaban apagadas; dos chicos, cerca de la esquina inflaban las ruedas de una bicileta, y a la casa de mis abuelos llegaban las visitas; una pareja tocaba el timbre. Cuando se abrió la puerta crucé e hice mi aparición. Mi abuela se sorprendió pero no mucho y me dio un beso, debió creer que la mamá de Aníbal me había alcanzado. Le dijo a las visitas que yo era su nieta y me pellizcaron los cachetes.
Todavía recuerdo la adrenalina que sentí mirando desde la oscuridad, sin ser vista, lo que pasaba en toda una cuadra, aunque hoy también creo, que nunca crucé la calle. Solo me alejé un poco y era muy chiquita.

domingo, 6 de septiembre de 2009

TV Sucia

Julio pasa el dedo por la tele
está sucio, es una mugre
yo me quedo mirando
las vetas grises y blancas
antes de pasar la gamuza con el Blem
pienso y lo digo:
esto pasa por ver TN
Clarín ensucia la pantalla
y paso el trapo.

domingo, 30 de agosto de 2009

Ella al día siguiente

Ella no quería un aforismo de Narosky
un frasecita romántica
por eso hizo cosas raras antes de pensar:
escuchó "Ojos de Videotape"
se sirvió un vaso de vino
y se miró reflejada en la azucarera
se quiso cortar el flequillo, así nomás
con la tijera que abre los sachets de leche
pero mejor no
No tenés cara para flequillo-le dijo la azucarera
Se sentó en la banqueta de la cocina
miró por la ventana y puso play:
estos vientos calurosos son una mierda
te hacen creer en playa, piel tirante
y el olor a crema y arena camino a la noche costera
pero fue simplemente ayer, en la ciudad, en el boliche
oscuro
con voces titilantes, que ella lo vio
y hablaron pavadas con tono de despedida
cómo me hacés esto
se repetía ella, como loro, pero no se lo decía
y él no le leía la mente
(qué lástima)

No lo va a llamar
Nos hablamos, se dijeron ayer, con tragos en la mano
pero ella no lo va a llamar, de verdad
se va a tomar el vino,
se comerá un yogur, o el postrecito Ser que tiene en la heladera
y se cortará el flequillo torcido
lejos del teléfono

miércoles, 26 de agosto de 2009

Miércoles feliz


Mucho sol se cuela por la ventana
porque el sol no sale por el Este ni el Oeste
sale por la ventana, como decía Libertad
Franco fabrica una máquina de caramelos revolucionaria
hasta Willy Wonka se la envidiaría:
cuando metés los caramelos ahí, los hace más ricos
ese es su secreto
Julio prepara el molde con manteca y harina
ya tengo lista la mezcla y disfruto del chocolate
que quedó en las paletas de la batidora

Hoy los monos estamos de cumple
y festejaremos colgados de algún árbol

domingo, 23 de agosto de 2009

Como gasto papeles recordándote

Yo te llevo, dice la Mojarra, como si te alcanzara a hasta la estación de Berazategui. Arranca con su relato y con lo puesto nos vamos todos para Cuba. Aparecen españoles y portugueses ¿Y esta gente? viene con nosotros. Pues sí, tía, que iremos contigo y con la argentina loca, responde una gallega que no para de abanicarse.
-Primero, Varadero.
-No, Varadero no. Es puro turismo, yo quiero conocer La Habana y la revolución y Fidel...
-La guía soy yo-me reta Mojarra-primero Varadero. Mirá que yo tampoco quería ir.
-Eso, tía. Escucha a la argentina loca, que allí nos conoció a nosotras.
Mojarra conserva eso del "querés ser mi amiga" de la niñez: ya tiene su grupo de compinches en Varadero. Con ellos me lleva a la playa y me cuentan del calor y de los mojitos. Como agua se bajan los mojitos. No queda otra, se excusan. La "Tu Cola" es fea y con las limonadas no alcanza.
A la noche hay show en el hotel y el grupo de turistas pegó onda con El Bailarín.
¿Quieren baile de verdad? desafía ágil y moreno. Nadie, nadie le puede decir que no. Así que, cuando todos se van a descansar para prepararse para otro día de playa, Mojarra y sus amigos aguardan escondidos en la parte trasera del hotel. Y otra vez me lleva.
El Bailarín nos guía hacia el corazón de Matanzas, los pastizales son altos de verdad y los mosquitos de la zona tiene dimensiones impensadas (directamente proporcionales al tamaño de sus picaduras).

El camino es largo, pero valió la pena llegamos a la parranda. Una joda de verdad, con cubanos verdaderos moviéndose sin parar. El ron se vende por vaso. Que quiero la botella, joder. La gallega está con el abanico en su máxima velocidad. El barman le ofrece un vaso. Que la botella. Que vaso. Que botella, hombre. El tire y afloje funciona, pero hay que pagar.
-Hagamos como dice la argentina loca,hombre.Una vaquita. Que dame diez euros, y tu también, y tú...
La gallega me mira
-tu no,que eres la invitada de la argentina loca.
Se arma la barra paralela, el grupo de turistas ebrios toma pero los cubanos se suman. El baile no para, nadie quiere irse, pero no se puede comprometer al Bailarín.
Otra vez pastos altos y mosquitos, pero todavía queda un resto de ritmo en los cuerpos y extendemos la parranda a capela y descalzos. La policía nos interrumpe. Derecho al hotel.
En la habitación, abajo de la almohada está la cartita de Davelys, cuenta que con la propina del día anterior va a poder hacerle la fiesta de quince a su hija: una comida con toda la familia. y agradece, agradece y agradece.
Todavía no amaneció, Mojarra y sus amigos piden comida en el bar del hotel. Son diez (bueno, me sumo, somos once) pero piden comida para veinte.
Otra vez a la playa. Atrás de un barco esperan El Bailarín y sus amigos, nuestros compañeros de parranda. Comen con gusto, disfrutan de los langostinos sin pelar. El calor sigue, se arma fogón sin fogata.
El Bailarín canta Alfonsina y el mar. El resto lo contemplamos. Nos cuenta de su vida. Fue miembro del Ballet Nacional de Cuba, pero en el hotel gana mejor.
-Salí veintisiete veces de Cuba, conocí todo el mundo- cuenta.
La pregunta está ahí, nadie la hace hasta que la hacen ¿y por qué no te fuiste?
-Porque nunca me iría de Cuba... te vas Alfonsina con tu soledad, que poemas nuevos fuiste a buscar.
En las fotos están todos. La Mojarra me dice que hay más, que tenemos que ir a La Habana todavía. Y yo no veo la hora.
Ella se muere por volver
y yo que nunca fui, también.

miércoles, 19 de agosto de 2009

Luche que vuelvo

Hoy vi en Canal Encuentro un programa sobre Filo
vi su patio, el bar del CEFyL
los pasillos cortinados de pancartas
apuntes fotocopiados coloreados con resaltadores

vi a la gente, y no encontré caras conocidas
algunos deben estar recibidos
otros dispersos, en la búsqueda
pero la alumna protagonista fue a la biblioteca
y consultó los ficheros de hojas amarillentas
con bordes doblados
esos ficheros que alguna vez revisé siguen ahí
puedo volver
un día voy a volver

sábado, 15 de agosto de 2009

Alucinación ideológica

No sé si a alguna Universidad londinense le interesará este dato para hacer una investigación, pero yo de onda se los dejo, acá en mi blog internacional:

Cuando estudiaba en Filo me pasó, lo comenté con compañeros y aseguraron haber tenido una experiencia similiar, sobre todo cuando van rumbo a un parcial o final:

Al pasar con el colectivo por el Colegio Marianista (sobre Rivadavia, a pocas cuadras de Primera Junta), medio dormida leí Colegio Marxista y me despabilé.

domingo, 9 de agosto de 2009

Aquí será el Teatro Enorme

Av. Corrientes al 1400, frente a La Giralda ¿qué más se puede pedir?
¿Un túnel que conecte el teatro con la legendaria confitería para agilizar el tráfico de chocolate con churros?
¡Lo pedimos!

lunes, 3 de agosto de 2009

Ma' si, yo mando todo al cuerno y me embarco en este proyecto

Hoy con Franco nos fuimos a merendar a un barcito viejo de Entre Ríos y 15 de noviembre. Me contó que con su amigo Pedro iban a armar una obra para "recordar a Michael Jackson y su video de los monstruos". Que querían cerrar el Teatro Nacional y abrir otro. Me lo empecé a tomar en serio y le dije:
-Si lo querés hacer sobre calle Corrientes, no cierres otro teatro. Que cierren un super, una casa de ropa, un estacionamiento, alguno de esos locales que no tienen nada que hacer ahí.
Quedó seleccionado, entonces, el mega estacionamiento de Corrientes al 1400, y desde ahí no paramos más:
*Será un teatro de doce pisos, y se llamará "Teatro Enorme"
*En sus múltiples salas se podrá ver: murga uruguaya, a cargo de la Tía Julia; El homenaje a Maiquel Yacson con Pedro y Franco; la obra infantil "Clu casa Moustros" con Franco, Facu y Valentín del mismo colegio; la sala musical con recitales varios, como por ejemplo de Silvia (su profesora de piano); el espacio para cuentos,acá atentis escritores y compañeros de taller que está a mi cargo y vamos a leer todos; y un bowlling (de aquí en más Boglin) con el maestro, campeón de América, abuelo Lacho.
*tendrá una librería propia atendida mi esposo (que se quedará solo cuando me voy a leer) y por mi.
*Contará con un kiosco que venderá: coca, agua, jugo de manzana y chupetines de Ben 10.
*En los pisos superiores habrá talleres de vestuario (a cargo de la Abu y la Bisa), salas de reuniones y ensayo.
*Estamos en tratativas con amigos arquitectos, actores y sonidistas que quieran sumarse.
* Todas las obras serán a la gorra porque "Teatro Enorme" es popular y peronista.

Cuando llegamos a casa, Franco hizo este plano del lugar y repartió las tareas.
Y el día mi cumpleaños cuando esté frente a la torta voy a decir tres veces, para mi:
¡Teatro Enorme!
¡Teatro Enorme!
¡Teatro Enorme!

domingo, 26 de julio de 2009

Acá a la vuelta


Prefiero no imaginar metáforas porque me da miedo

Cuando me mudé a este barrio, todavía podía verse de cuerpo entero y al lado escrito:

El Eternauta. Homenaje a Oesterheld
"El único héroe válido es el héroe en grupo"

Hoy, cuando voy al super aunque tenga que lidiar con las bolsas plásticas para balancear su peso y esquivar las deposiciones caninas que pueblan la cuadra de Carlos Calvo al 1800, nunca dejo de mirar hacia ese paredón, donde Juan Salvo se asoma como puede, increpa con su mirada y al mismo tiempo pide algo (¿Ayuda? ¿Memoria?), los ladrillos lo ahogan de a poco, un pulpo quieto amenaza pero correrá la misma suerte que él.
Arriba un cartel anuncia: muy pronto supermercado chino.

domingo, 19 de julio de 2009

Cuéntame tu vida

Se acuesta. Piensa y repiensa en las caras posibles que la acompañarán y arma su sueño ideal. Anoche tuvo una pesadilla y no quiere repetirla: no soñará de nuevo con la oficina; ni con el tipo que le grita mientras le apunta con un revolver en la cabeza. No la van a secuestrar esta vez, ni va a huir por los aires, ni caerá por las escaleras de la casa de la abuela.

Quiere que pase como esa noche de verano, en el hotel cerca de la playa cuando soñó que iba a tomar el té con Hugh Grant. Era hermoso, pero la recibía sentado detrás de un escritorio; y había más gente, que hablaba de andá a saber qué cosa. Qué aburrido había resultado el tipo. Mejor me voy, pensó y terminó con el pelo mojado sentada en algo que parecía el vestuario de un club. Se ponía las zapatillas agarraba su bolso para irse y desde una de las duchas salía envuelto en una toalla Gonzalo Heredia, la agarraba de un brazo y le decía No podemos terminar así, tenemos que hablar. Y ella se hacía la ofendida y él la tironeaba en ese ambiente húmedo y vaporoso. Le gustaba el tironeo.

Quiere que pase como cuando Sawyer de Lost era su vecino de la otra cuadra, y ella se escapaba en las madrugadas de su casa y amanecía en su cama con el pelo revuelto y la piel suave de tanta feromona liberada. Libertad a las feromonas.

Todo eso quiere esta noche.

Se tapa, apaga la luz y los ojos bien abiertos miran al techo en la oscuridad del cuarto.

Pablo abre la puerta del ascensor y le cede el paso. Marca el piso 11 varias veces, estirando el brazo. Ella se mira en el espejo, hace que se acomoda el pelo aunque no es necesario. Pablo observa y lleva su mano al teclado del ascensor, lo frena entre dos pisos. Ella gira. Él se le acerca hasta que las narices se tocan. Hay olor a chicle de sandía.

-¿Hasta cuándo vamos a seguir así?-dice él.

Ella detiene la escena como en una mancha congelada. Su amigote de la facu. El medio nabo la tenía arrinconada. Pendejo de mierda ¿quién sos? "Así"; ¿qué es "así"? Un largo período de histeriqueo, se responde, pone play lo agarra de la cara y le come la boca casi literalmente. Pablo la toma por los muslos desnudos. Muslos desnudos. Ella se da cuenta que está con una camiseta medio rota y en bombacha.

Esta vez no baila en un casamiento en pijama, ni va al laburo desnuda.

La cara y la voz de Pablo son tan nítidas que hasta tiene miedo.

Abre los ojos, se levanta va hacia la cocina y toma agua de la botella. Está mareada. vuelve a su cama; se levanta y prende un cigarrillo y la computadora. Recuerda que el último mail que envió decía "¿Nos juntamos el sábado?" y lo había mandado a todo el grupo de la facultad. En el correo aparecen dos mensajes nuevos. Matías le dice que se acuerde del almuerzo de mañana con sus viejos y que la ama.El otro es de Pablo. No puedo ir, será la próxima. que la pasen lindo. besos.

No me olvidé. Llevo postre de vainillas y también te amo. Enviar.

Qué lástima que no podés venir. Nos vemos el lunes. Besos. Enviar.

Siente un breve alivio; pero enseguida la invaden unas ganas terribles de llorar. Se tira en la cama, hunde la cabeza el la almohada y quiere pensar que no sabe qué soñar.


miércoles, 15 de julio de 2009

Es una lucha...


Miércoles de vacaciones de invierno.
Salida en tiempos de emergencia sanitaria
"Mirá mamá, con esto puedo salir con la boca tapada"
Power Rangers H1N1 Generation
(muy pronto en las salas de sui barrio)

sábado, 11 de julio de 2009

El sexo en tiempos de pandemia

Las Manos Mágicas se confiesan:
"Nosotras tenemos sexo"

Las magas más misteriosas y conocidas de los años 70 y 80, salieron a aclarar dudas planteadas en diversos encuentros de "Adivine el personaje"
-Somos manos y por lo tanto tenemos sexo manual. Somos muy fieles, la cosa no está como para manotearse a cualquiera.

Cuando se las consultó sobre su affaire con Dedos, el recordado personaje de "Los Locos Adams", confesaron:

-y sí...alguna vez nos enfiestamos. Pero Dedos ante todo es un amigo. Aunque ahora con la gripe nos vemos menos. A Dedos no le gusta el alcohol en gel y nosotras no podemos exponernos.
Queremos aprovechar la oportunidad para dejar aclarado que:
No somos uruguayas. Ni somos las manos de Marlene Dietrich.



sábado, 4 de julio de 2009

Final aprobado por el Ministerio de Salud


Dentro de las medidas preventivas para la nueva gripe, el Ministerio de Salud recomienda que los cuentos de hadas que les relatemos a nuestros hijos, sobrinos, etc (encerrados por un mes), tengan un final acorde con los tiempos que corren:








Y por fin, el príncipe la encontró
se sacó el barbijo y untó sus manos con alcohol en gel
la tomó por los hombros y al querer besarla
la princesa quiso estornudar de la emoción
el hada azul le cortó el estornudo
la verde la roció con su varita antiséptica
y por fin el beso ocurrió
la malvada, por su parte, tose y tose en su castillo
y ya nadie la visita

y colorín, colorado....

viernes, 3 de julio de 2009

Las palabras no se peinan



los domingos son pasta, fútbol y las chicas en la radio.

domingo, 28 de junio de 2009

A barbijo quitado

Con mi balsa
yo me iré
a sufragar...

Y ahora que terminó la veda; y estamos con los primeros cómputos y la gente de Tinelli está bailando en el bunker del pro (no lo voy a poner en mayúscula), creo que voy a naufragar como Lito, pero busco en la cartera y encuentro mi "papel botador": una recomendación por escrito que me hizo mi hijo esta mañana, antes de ir a votar. Tiene forma de cuadernito, lo abrís y dice:

"Cristina, el modelo
Macri, el pro
el pro no lo botes"

Tiene, también, un dibujito de un corazón.

Pego la vuelta con mi balsa, creo que puedo remar un rato más.

lunes, 15 de junio de 2009

Vocación

Me lustré las botas marrones. Quedaron divinas. Les dí duro con la Wassintgton, y luego con la gamuza las hice brillar como dos vedettes.
-Encontré mi vocación: voy a ser lustrabotas.
Soy buena para esto y el olor a pomada me gusta.
Me falta el banquito y otras piezas; para gente apurada ya mi papá me regaló un brillo instantáneo, que probó en sus propios zapatos a la luz de La Giralda. Encandilaba el marrón en contraste con los azulejos blancos. Creo que deberé comenzar mi recorrido diario por ahí.
Sin caer en la palermización de las cosas; mis clientes gozarán de la lectura de un relato breve de mi autoría. Claro está que mis compañeros y amigos talleristas pueden sumarse a este proyecto con sus creaciones.
También pienso usar una gorra a cuadros, como la de la chica de "Reto al destino".
y que todo sea en blanco y negro (o sepia, para los zapatos marrones).

sábado, 30 de mayo de 2009

Casos Pulentas de la Vida Misma


En esta primera Edición de Casos Pulenta de la Vida Misma, tenemos el extraño caso De Leo X (como decidió llamarse para preservar su identidad).
-Ese flequillo espantoso ¿también es para preservar tu identidad-le pregunta Lola Etchegaray, nuestra enviada especial al Gran Buenos Aires.
-No. Es porque tiene onda.

Leo X hace dos meses se comió un chicle bazuca de sandía y se tomó un vaso de vino Crespi Blanco mientras revisaba su casilla de mails. De repente hubo una explosión.

-Contanos qué sucedió; para que la gente entienda.
-¿Otra vez? ya le conté todo a Graña...
-Pero somos de otro medio, Leo.
-Ah. Bueno, de golpe explotó todo y me desmayé. Cuando desperté estaba tirado en mi cama y en mi cabeza sentí pensamientos raros.
-¿Voces del más allá?
-Sí...venían como de Ituzaingó y me decían: ¿estás? (zumbido) dale, boludo.
-¿Tenés algún pariente muerto de Ituzaingó?
-¡No! Toco madera (Leo x toca el escritorio); era mi novia que es de allá. Sellama Laura. Laura puntocom. Se encontraron 27.027.690 datos...perdón, me vas a tener que bancar.
Lola asiente con la cabeza y observa a LeoX que cierra los ojos y agacha la cabeza como si rezara.
Media hora después, abre los ojos e invita a Lola al sótano de su casa.
-Acá vamos a estar mejor.
-Leo X ¿estás dispuesto a contarle al mundo tu verdad?
-Ya le conté a Graña...
-Pero ahora le vas a contar Al Mundo.
-Bueno. Desde ese incidente...tengo Guai Fai en mi cabeza...y si me ponen cerca una notebook también. Soy re groso.
-¿Pero tu vida no se complicó con esto?¿No es un infierno?
-A veces es complicado, porque cuando hay buena señal, si quiero mirar tele o dormir un rato, no puedo. Me caen datos y datos, y termino tomando un paracetamol y nada. Pero trato de estar en lugares subterráneos. Paso mucho tiempo en el Pasaje 9 de Julio que está re bueno. A veces se me sientan minas re lindas al lado para chatear.
-¿Ahora tenés mas levante?
-No. Pero hace poco a una rubia tremenda le dije que le tenía que tocar la pierna para tener mejor señal y me dejó. jeje. ¿No te había contado esto?
-No.
-Claro. Se lo conté a Graña.¿Querés saber algo más? porque me tengo que ir. Tengo una changa en un cyber.
Lola duda unos segundos, y le pregunta:
-¿Puedo chequear mis mails?
-uff. Bueno, pero te los canto yo directamente. Pasame tu contraseña
- Cacatúa 09.
-Ya me fijo...
-Pará-lo interrumpe la periodiasta nuevamente- ya que no podemos tener tu foto, acá nuestra dibujante hará una especie de identikit tuyo. ¿Nos dejás titular que tu vida es un infierno? Porque me mandaron porque nos había llegado esa información.
-Yo la paso bomba ¿quién te batió eso?
-Graña.
-Ah. Y bueno... poné lo que quieraspuntocom...ahí está, tiene 3 nuevos correos...

sábado, 23 de mayo de 2009

Pastando lo dejé y desapareció....

Hace un rato me fui a acostar, estoy engripada. No sé si tuve fiebre, si deliré, pero se me ocurrió algo buenísimo para una entrada del blog. Sé que pensé "tengo que anotarlo en mi libretita". Pero se vé que estaba muy dormida, porque no anoté nada y cuando, ya despierta y levantada, con mi carilina de turno en la mano, me senté ante la compu ...nada. Se había ido. Sólo me acuerdo que al final había una puteada así: ¡puta madre!
Y como estoy enojada por mi olvido, por no poder anotar cosas entre sueños como Hitchcock, voy a rendir un homenaje a ese post que no fue, y que espero que Morfeo me devuelva (Morfeo, no te ortibes; somos amigos), y lo voy a cerrar como corresponde: ¡puta madre!

Tenía ganas de subir este tango...

domingo, 17 de mayo de 2009

Hoy...

...Martín Santomé se levantó
se puso su traje de hombros tristes
y lloró por Avellaneda una vez más.

martes, 12 de mayo de 2009

Tengo que ir a Europa

Hace un par de noches soñé que viajaba a Viena con mi viejo. El fue de verdad, hace algunos meses.
No recuerdo el recorrido por la ciudad, sólo el viaje de vuelta, pero estaba en un avión que volaba muy bajo. Pasábamos apenas por encima de los edificios más altos a una velocidad que nos dejaba disfrutar del paisaje.
En algún momento, como si fuera un auto, mi viejo me pasaba los comandos del avión para que lo manejara. No sabía para donde agarrar y trataba de dibujar en mi cabeza el mapa de Europa. El dibujo era como los mapas del colegio: celestes y blancos y con líneas punteadas para la división política.
Yo estaba feliz: por fin había hecho un viaje de verdad; lejos, a otro país. Iba a poder hablar y escribir sobre eso. Tenía una agradable sensación de haber conocido mucho.
Se ve que entre tanta emoción por el viaje me perdí, porque le decía a mi viejo:
-Che, me parece que agarré mal, porque ahí abajo veo la Opera de Sidney.

Cambios


Para todos los que inician hoy
su revolución les deseo un mayo francés.

domingo, 10 de mayo de 2009

Para vos, Froid!


Para vos, que te preguntaste ¿qué quieren las mujeres?
Queremos un Darcy. punto.

Elizabeth Bennet quería uno: por eso tuvo que tragar saliva y no putear (porque en esa época estaba muy mal visto) cuando se le tiró su primo el reverendo Collins. Se tuvo que bancar a la madre (porque en esa época las madres eran metidas e hinchapelotas), y por suerte la hermanita, Lidia, ligerita de cascos, le sopló a Wickham.
Bridget Jones quiso el suyo: en el camino se cruzó a Hugh Grant...y bue. Tampoco es cuestión de encerrarse en un convento a esperarlo ¿No?

Lizzy y Bridget, encontraron a su Darcy, como quien busca a Wally en un circo lleno de Cleavers, Wickhams y Darsis, así con s e i, truchos. Esos que terminan diciendo "no sos vos, soy yo", que cuando les pedís un fin de semana completo, o tirás la idea, así muy por arriba, de una futura, remota, posible convivencia, te hacen sentir que las palabra monogamia es sinónimo de locura galopante y retrógrada.
Pero el verdadero Darcy, es el que se come el garronazo de ir a tirarle unos mangos al malnacido (iba a poner "sorete" pero queda muy fea esa palabra en un texto donde hablamos de Austen mientras escuchamos esto, ¿no les parece?), es el que le dice a Bridget: "I like you, just the way you are" (sí, así! a pesar de lo que fuma, toma...a pesar de SU madre!!).
La cosa sí se puede poner difícil, si encima ya buscamos a uno con la cara de Collin Firth EL Darcy,que cuando no es Darcy también está más bueno que una chocotorta, por ejemplo en "Love Actually" cuando dice en un portugués torpe y encantador "Bonita, Aurelia". Allí se llama James Bennet (opa! Bennet como Lizzy. Todo tiene que ver con todo).
Ya sé que es difícil...que es muy probable que encontremos antes a Wally, pero en la página de "Darcy en el Circo", hay uno para cada una (si no, que me devuelvan la plata del libro).

martes, 28 de abril de 2009

¡¡La oficina se acabó!! ¡¡La oficina se acabó!!

Martes 10 de setiembre

Fue tremendo. A las tres menos cuarto, llegó Gaizolo
de la calle y dijo en voz alta: ?Puta, qué bronca. Le
estuve jugando a la cifra uno hasta el sábado pasado, y
justo sale hoy.? Desde el fondo llegó la primera pregunta
prevista: ?¿Así que terminó en uno? ¿Te acordás de las
dos cifras??. ¿Cero uno?, fue la respuesta de mal talante.
Entonces Peña saltó desde su escritorio: ?Che, yo le jugué
al 301? y agregó en seguida, dirigiéndose a Menéndez,
que trabaja frente al ventanal: ?Dale, Menéndez, fijáte en
el pizarrón. Si salió el 301, me forré de veras?. Parece
que Menéndez dio vuelta la cabeza con toda parsimonia,
en la actitud del tipo que todavía se está frenando para
no hacerse ilusiones. Vio las grandes y claras cifras del
15.301 y quedó por un momento paralizado. Creo que
en ese instante habrá pesado todas las posibilidades y
también habrá desechado toda posible trampa. Nadie,
sino él, conocía el número. Pero el itinerario de la broma
terminaba allí. El plan establecía que, en ese momento,
todos venían en equipo a tomarle el pelo. Pero nadie
había previsto que Menéndez pegara un salto y saliera
corriendo hacia el fondo. La versión de algún testigo es
que entró sin golpear en el despacho del gerente (que en
ese momento atendía a un representante de una firma
americana), prácticamente se le tiró encima y antes de
que el otro pudiera encauzar su propio asombro, ya le
había dado un sonoro beso en la pelada. Yo, que me di
cuenta tarde de este último giro, penetré tras él en el
despacho, lo tomé de un brazo y lo saqué a la fuerza. Allí,
entre las cajas de pernos y pistones, mientras él se sacu-
día en unas carcajadas eléctricas que nunca podré olvi-
dar, le dije casi a los gritos la verdad verdadera. Me sentí
horrible haciendo eso, pero no había más remedio.
Nuca vi desmoronarse a un hombre de esa manera irreme-
diable y repentina. Se le doblaron las piernas, abrió la
boca sin poderla cerrar, y después, sólo después, se tapó
los ojos con la mano derecha. Lo senté en una silla y
entré en el despacho del gerente a explicarle el episodio,
pero el cretino no podía tolerar que el representante
americano hubiera presenciado su humillación: ?No se
fatigue explicándome una historia increíble. Ese imbécil
está despedido?.
Eso es lo horrible: está efectivamente despedido, y
además amargado para siempre. Esos cinco minutos de
frenética ilusión van a ser imborrables. Cuando los otros
supieron la noticia, fueron en delegación a la gerencia,
pero el Cangrejo es inflexible. Debe ser el día más triste,
más grosero, más deprimente de todos los muchos años
que he pasado en la oficina. Sin embargo, a última
hora, la cofradía de los crueles tuvo un gesto: en tanto
que Menéndez no encuentre otro empleo, el personal
decidió contribuir con un pequeño porcentaje hasta for-
mar su sueldo y entregárselo. Pero hubo un obstáculo:
Menéndez no acepta el regalo o la reparación o como
quiera llamársele. Tampoco quiere hablar con nadie de
la oficina. Pobre tipo. Yo mismo me estoy reprochando
por no haberlo puesto sobre aviso desde ayer. . Pero na-
die podía imaginarse que su reacción fuera tan fulmi-
nante.


Fragmento de La Tregua de Mario Benedetti

sábado, 25 de abril de 2009

Un millón en vestidos y un amooor

Alicia dormía con un camisón blanco que a Alberto le encantaba. El dio varias vueltas en la cama, se levantó, la besó en la frente y dijo en voz muy baja:
-Hoy me vas a volver a querer. Te lo prometo.
Agarró unas monedas, vació la caja de los ahorros y partió hacia el Casino de Tigre.
Durante el viaje en colectivo pensó que si ganaba le compraría a Alicia muchos vestidos que se parecieran a su camisón. Qué lindo le quedaba.
Cuando llegó al casino convirtió su dinero en fichas y en la ruleta apostó todo al negro.
-Usted está loco-le dijo el croupier.
Loco. Pensó Alberto y movió las fichas al 22. Lo hizo cuatro veces y las cuatro veces salió el 22. Eran las cuatro de la mañana y Alberto tenía un millón de pesos.
No le costó dejar de apostar, porque se imaginó que con todo ese dinero podía comprar muchos vestidos. Alicia va a volver a sonreirme con muchos vestidos; pensaba.
Cambió las fichas.Todo en efectivo, pidió y guardó la plata en su mochila.
Llegó al Unicenter cuando aún no amanecía y se sentó en la puerta. Cuando el shopping abrió, Alberto fue directo al local donde había visto a Alicia más de una vez apoyar la nariz y mirar esa ropa que nunca podía comprar.
-Deme un millón de pesos de los vestidos más lindos que tenga; de esos que parecen camisones-le dijo a la vendedora-No-se corrigió-un poco menos de un millón, así que me queda para el taxi y para una cena en el mejor restaurant. En uno del centro.
Pagó y se fue cargado de bolsas.
Alberto llegó a su casa cerca de las diez y encontró sobre la mesa de la cocina el mate listo con el termo al lado y una nota:

Nuestra suerte estaba echada.
Quiero otra vida.
Quiero muchos vestidos.
Me voy. Por favor , no me busques.

Alberto, sin llorar ni pensarlo, agarró la tijera del costurero de Alicia y cortó todos los vestidos. Cuando terminó, y el pedazo de tela más grande le cupo en la palma de la mano, se sentó frente al mate y se clavó la tijera en el corazón.

miércoles, 22 de abril de 2009

Microcuento (30minutos comenzando... ¡ya!)

Tendría ocho años la primera vez que fui a Baigorrita. Me acuerdo bien de la tarde en que Luciano me invitó a un picadito en el club porque a mitad del primer tiempo, el Rulo, uno de sus amigos gritó
- ¡La Avispa gigante! ¡La Avispa gigante!
Y todos salimos corriendo. Yo no vi, ni entendí nada, pero corrí.
Cuando Luciano se calmó le pregunté ¿Qué es la Avispa gigante? Me miró sorprendido y me dijo:
-¿En serio no sabés qué es?
Y justo entró su mamá y le hizo una seña de silencio como la de las enfermeras de los cuadros de los hospitales.
-Si te cuento me va a picar, perdoname-me dijo Luciano y me palmeó el hombro como si me diera el pésame.
Al día siguiente, domingo, fuimos a misa. Bostecé todo el tiempo y casi me dormía cuando escuché al cura decir:
-Y que el Señor nos proteja de la Avispa gigante. El silencio que había hasta ese momento desapareció porque todos comenzaron a persignarse y a decir algo que no comprendía. Las más efusivas eran las viejas de los primeros bancos.
Me quedé duro, y Luciano medio desesperado, me agarró la mano derecha y la colocó en mi frente.
-Dale, tarado-dijo-hacete la señal de la cruz y decí tres veces “Señor, protégeme de la Avispa gigante”.
Esa noche no dormí, y al día siguiente no fui a jugar a la pelota: inventé que me dolía la panza y me quedé toda la tarde mirando telenovelas con la mamá de Luciano.
A la noche tenía sueño pero sabía que con el miedo que aún tenía no iba a pegar un ojo. Sin pedirle permiso a Luciano, que dormía al lado, prendí la radio. Pasaban un tema de Julio Iglesias. Yo lo odiaba pero esa noche lo adoré porque sentí que me tranquilizaba.
La canción no había terminado cuando dejó de sonar y se escuchó un zumbido, quise acomodar la antena pero fue inútil se oía cada vez más fuerte.
Luciano se levantó de golpe, se persigno tres veces o no sé, porque fue muy rápido; salió de la pieza y cerró la puerta con llaves.
Me puse a llorar acurrucado en la cama y escuché que Luciano le decía a su mamá:
-Llamá a su casa. Que se lo lleven ya.

jueves, 16 de abril de 2009

Lost in cualquier lado (2da. temporada)


Pues parece que los dioses bajaron a las catacumbas del subte E, y como son tan elásticos estos tipos, se metieron en el MP3 del pasajero que tenía al lado. No se cuan potentes eran los auriculares; pero los dioses por algo son dioses y no otra cosa (como por ejemplo, un tamagochi), y me gritaron fuerte, con la voz de Silvio Rodriguez:

Que me tenga cuidado el amor, que le puedo cantar su canción

Y me dieron ganas de tirar los avioncitos de Otto por todo el microcentro.

miércoles, 15 de abril de 2009

Lost in cualquier lado...


Me pasa en general cuando voy al laburo, será porque sé que voy a meter mi cerebro en una sartén, y cuando quede bien achicharrado me lo pondré nuevamente para volver a casa. No sé. Pero me escapo de la ciudad, aunque esté paretujada en el subte o rodeada bocinazos. Me escapo con un libro o con música como esta y recuerdo a la bella Scarlett y al genial Bill, y trato de descifrar eso que él le dice al oído al final de la película. Me pregunto si será lo mismo que Otto escribió en los avioncitos de papel que tiró esa mañana en la escuela. Les prometo que si un día de estos, los dioses descienden hasta los andenes de la línea E, me iluminan y descubro estas verdades que parecen secretos a voces, las subo aquí para compartirla con ustedes.

lunes, 13 de abril de 2009

domingo, 12 de abril de 2009

Franco y la música

*Rock: en un show familiar, después de cantar covers de diferentes artistas argentinos, dijo:
-Ahora voy a cantar una de Charly García: "Colectivo Loco".
Y se mandó un monólogo metalero de un colectivo con camas, porque era un colectivo casa. Muy loco. Pero no de inconciente, nada.

*Cumbia: El bombón asesino, es un bombón gelatino.

*Tango: Quiere aprenderse "Barrio de Tango" para cantar la parte de "Qué fue de aquella Juana, la rubia que tanto amé..." (Juana, que ahora está en otro jardín y ya no es su novia, pero...).

viernes, 10 de abril de 2009

Mis recomendaciones a los directores de cine

Una de mis películas imprescindibles es "El Dario de Bridget Jones". Lo único que cambiaría es la escena de pelea callejera entre Darcy y Cleaver: directamente la dejaría bajo la dirección de Tarantino.

jueves, 9 de abril de 2009

Cartelera de Cine, Música y otras yerrba

Las recomendaciones de mi abuela Beatriz para alquilar este fin de semana:

"Tres Bodas y Un funeral"
"Rubia Natural" (acá se la conoce como "Legalmente Rubia", pero ya sabemos como son las traducciones).
Pero si prefieren escuchar a una banda juvenil, más precisamente cinco pibitos tarareando Everybody, yeah , rock your body, yea, solo tienen que allegarse a su disquería amiga y pedir un disco de los Blockbuster.

Pero como los consejos de mi abuela no se limitan a lo artístico, estén atentos los deportistas:
Ojo si quieren hacer fisicoculturismo, porque esta gente toma muchos parabólicos.

domingo, 5 de abril de 2009

S.O.S Argentina

-¡Uhhhh! la puta madre, ¡se murió Alfonsín! El Padre de La Democracia ¡No somos nada, che! Qué va a ser ahora de nosotros, en este país crispado...no quiero ni saber ¡no, no me digas nada que me pongo como loco! No te esucho, lero, lero. Se fue el Fundador de la Democracia. Siii fue el fundador, posta!! Ah, no, cierto que antes estuvieron Yrigoyen y un par más...Ah! pará, ya me acordeéee!! Qué mal que estoy!! fue el Fundador porque Pacho O' Donnell lo dijo, y es grosso. Y yo, y yo que no puedo conmigo...yo, un Radical de la primera hora, desde hace cinco días...

-Salame. Alfonso palmó ¡pero todavía tenemos a Lilita!

-Locoooooooo!!! tenés razóoonnn. Me alegraste el día... Dejemos de llorar y miremos un poco de tele. Poné TN...

-Uh.

-Noooooooo!!! No se veeeeeeeee!! Interferencia!!! Interferenciaaaaaaaa!! Socorroooo!!

martes, 31 de marzo de 2009

¡Es para Nadia que lo mira por T.V!

Gracias, Carlitos!

martes, 24 de marzo de 2009

24 de marzo


Hoy no es un 24 de marzo más, porque ayer a la noche le expliqué a mi hijo por qué hoy era feriado, y no fue fácil:
no fue fácil porque no pude empezar la frase con un "mañana festejamos..."
no fue fácil porque, como diría Mafalda, lo que pasó hace 33 años no puede explicarse "sin las partes pornográficas".
no fue fácil, porque todavía estamos sufriendo las consecuencias: conocemos gente que no conoce a sus padres, no saben donde están; gente que no sabe quien es; madres sin hijos; abuelas sin nietos...
no fue fácil porque aún estamos pidiendo justicia; y la pedimos aún cuando un puñado de imbéciles que hablan porque tienen boca (nunca me sirvió tanto esta expresión) proponen instaurar la pena de muerte, porque ya ni la gente que vive en countrys o barrios privados está tranquila.
y no fue fácil porque aunque tenga cinco años no vive en un frasco de mayonesa, y observa, escucha y siente: hace unos años fuimos a conocer la Universidad de las Madres, y nos pusimos a ver las fotos del lugar. Imágenes tomadas en las marchas. Franco las vio y me pregunto:
-Mamá ¿por qué están tristes?

y con un nudo en la garganta, lo miré mientras lo tenía a upa (quizás apretándolo...) y le dije:
-porque hace mucho que no ven a sus hijos y los extrañan.

jueves, 5 de marzo de 2009


Franco y mamá, después de la tormenta

miércoles, 4 de marzo de 2009

¿Quién fue...

...el desgraciado que inventó la Rodhesia?
y a sus hijitas, o hermanitas menores, esas que se complotan con las once de la mañana y la máquina de golosinas de mi trabajo, y que forman una asociación ilícita con mis caderas.

Posta que mañana no les pienso dar bola, y sola con mi alma llegaré virgen de chocolate y grasas trans a mi sanguichito de pan árabe del mediodía.

Será Justicia.

domingo, 1 de marzo de 2009

La noche anterior

Lo miro dando vueltas en la cama y pienso que yo tampoco podía dormirme la noche anterior al comienzo de clases.
Ver de nuevo a los compañeros, estrenar guardapolvo o soltarle el ruedo al del año pasado, zapatos lustrados y la valija lista con lo básico para el primer día: un cuaderno borrador y un lápiz (después de 2do. ya llevábamos lapicera).
¿Y será buena la Seño Marta? Los chicos que la tuvieron dicen que es re mala.
Y este año comenzaremos a dividir...por dos cifras, y a usar carpeta.
¿Me sentaré con Gaby, como quedamos el año pasado? ¿Y si me sientan con un varón?
No tengo que quedarme dormida.

Sigue despierto, me pide masajitos en los pies y mientras afuera llueve, le digo que piense en algo tranquilo: que está en un casita en el campo, y que por la ventana mira llover: el pasto mojado, las flores y los árboles cubiertos de gotas. No hay otro sonido que el del agua cayendo, ni otro olor que el de la tierra mojada...
-voy a pensar en eso-me dice y apoya la cabeza en la almohada.
Me preparo un café y pego la etiqueta con su nombre en el cuaderno forrado con papel araña verde. La etiqueta se despega, así que le apoyo un libro grande encima.
Vuelvo a la habitación, y angustiado me dice que sigue despierto, y me pregunta por qué no puede dormirse.
-Cuesta dormirse el día anterior al comienzo de clases; a mi me pasaba lo mismo- le digo y me acuesto a su lado y, como podemos, cerramos los ojos.
No queremos quedarnos dormidos mañana. Justo mañana.

domingo, 22 de febrero de 2009

Después de las fiestas

Y cuando todo el mundo se iba
y nos quedábamos los dos
entre vasos vacíos y ceniceros sucios,

qué hermoso era saber que estabas
ahí como un remanso,
sola conmigo al borde de la noche,
y que durabas, eras más que el tiempo,

eras la que no se iba
porque una misma almohada
y una misma tibieza
iba a llamarnos otra vez
a despertar al nuevo día,
juntos, riendo, despeinados.


Julio Cortázar

martes, 17 de febrero de 2009

Otra Calle

Desde que tengo memoria, mi paseo preferido fue ir a caminar por Corrientes desde Callao hasta Libertad y meterme en las librerías.
Yo vivía en Floresta y el 5 nos dejaba bien, pero mi viejo insistía con ir en el 155 (hoy 180 "por 155"), al que había que esperar un buen rato.
No me acuerdo del nombre de muchas librerías, pero sí de Fausto. Había un bar chiquito al lado del San Martín, con una barra con bancos altos; lo recuerdo de color azul; una vez lo vimos ahí a Alfredo Alcón.
-Ese de rulos- me dijo mi viejo-es Alfredo Alcón. Es un actor muy importante.

Cuando llegábamos a una librería, me iba directo al sector infantil, y revolvía y leía. Pocas veces compraba algo, pero me acuerdo muy bien que en uno de esos paseos me regalaron "Mafalda 3", el primero que leí, y fue un viaje de ida. Y a los 14 años, más o menos, con mis ahorros me compré en Gandhi "Final del Juego". La profesora Sampelayo, con la que nunca hacíamos nada, nos había hecho leer el cuento en una clase. Y todavía tengo la imagen de Olinda con sus brazos abiertos hacia el tren, tal cual se me grabaron ese día. Me costó esperar hasta el fin de semana para leer un poco más de ese señor Cortázar. Algo me decía que iba a gustarme...

El broche de oro, el final del paseo, era comer una porción de pizza de parado en Güerrín. Creo que si no se me hubiera dado el don del gusto por la lectura, lo habría adquirido a la fuerza por este premio. Qué rico.
Gandhi y Güerrín allí están, por suerte. Pero Corrientes cambió , y sé que muchos pueden decirme que Corrientes cambió hace mucho, cuando vos ni sabías qué era un libro; esos que tuvieron discusiones interminables en La Paz. Pero creo que ni ellos imaginaron ver lo que pasa hoy: locales de ropa, de deportes, de electrodomésticos eclipsando a las dueñas legítimas de la calle. Algunas, a duras penas, se abren camino a codazos limpios entre los intrusos. Todavía estamos acá, parecen decir.

No es mi intención caer en la viejachotez de "Porque en mi época..." pero si caigo, caigo.

Y si quiero comprar ropa, me voy a un yopin o a Once.
Y si quiero una batidora, me queda acá nomás San Juan y Boedo.
Y mientras tanto, sigo haciendo mi recorrido habitual por Corrientes desde Callao hasta Libertad, metiéndome en lo que puedo, en lo que queda; porque ella nunca duerme, y si cabecea siempre la podemos sacudir un poco.

viernes, 6 de febrero de 2009

Buscando desesperadamente a Coco...

Alguien dice que sí, que pasó lo peor: se vendió a Colombraro por mucha guita. Otros, que diseñó un táper en forma de corazón para nuestra new party nacional de San Valentín.
Su madre, en la Calle de Tierra, lo extraña. Le deben cinco tápers del locro que hizo para todo el vencindario el último 25 de Mayo. Quiso contratar a otro pibe, pero le dijo que sólo recuperaba de modelo 2005 hasta la fecha y que fueran aptos para microondas. Tomatelás, le dijo la vieja.
Si alguien sabe de él, les ruego información.

Gracias

miércoles, 28 de enero de 2009

Algunas cosas que pasan en las pelis de Hollywood



* Vietnam
El tema inagotable. El protagonista de la película, puede tener catorce años en 2005, por ejemplo, y en un momento largar la frase matadora " Bicos yo estuve en Vietnam" ¿Cómo que estuviste en Vietnam? ¿No será que viste Forrest Gump y después soñaste?
Otra costumbre muy norteamericana es ser un hombre grande, peinar canas, tener una familia ejemplar con la que desayuna huevos revueltos, tocino, y toda esa pila de grasas trans; y de golpe: Chan. Cae un pibito con rasgos orientales a su puerta diciendo:
- Hello, papi, ¡por fin te encuentro después de tantos años! Mi madre, en su lecho de muerte me dijo que te buscara, snif, snif.
El tipo lo mira con cara de no entender nada, hasta que el pibe suelta oootra frase matadora:
- ¿Recuerdas Vietnam?
Claaaro, ahí se acuerda de la vietnamita que se curtió, a la que le prometió volver y todo eso...

*Pobres con onda

Los pobres de las pelis Argentinas, como Sergio de "Esperandola Carroza", tienen una pobreza digna, y si él y Elvira tienen gente en casa y se les arruina una comida no tienen una latita de cualquier cosa.
Pero vayan a una casa pobre de película norteamericana: la heladera llena. Llena de latitas de cualquier cosa.
Nosotros, los que tenemos hermanos, somos capaces de dormir en una cucha para tener lapiezaparamisolo, mientras que los muchachos del norte gozan de habitación propia y solitaria, así vivan en una tapera... de cinco ambientes.
(Ya sé que la familia de E.T no era pooobre; pero ¿se fijaron en el placard de los chicos? ¡Es más grande que mi departamento!)

Estas son sólo algunas cuestiones: próximamente analizaremos temas de alto contenido social, como por ejemplo Las Fraternidades Universitarias y la importancia de ser el presidente de la clase en la "prepa".
Acepto aportes.

martes, 27 de enero de 2009

Coco

Y sí, la Bruja habló y ahora tengo que contarles:
es cierto hubo un Coco en la Calle de Tierra. Era grandote, de pocas palabras y mirada perdida. Los chicos del barrio, lo iban a buscar a su casa cuando tenían algún entuerto con pibes más grandes; pero nunca llegaban a las manos porque apenas lo veían se iban corriendo. Nadie hablaba mucho con él, pero solía ir a los ensayos de Pisando cucarachas descalzos.
Coco iba al industrial y trabajaba en el almacén de su familia. Su labor principal era ir a cobrar a la gente que ya debía mucho y sobre todo si compraba coca: Porque si tenés para coca, podés pagar las leches y las mantecas que debés, le repetía su papá. Y el iba puerta a puerta, y con sólo un buenos días o buenas tardes, entendían el motivo de su visita.
Cuando su mamá vio que el chico tenía éxito, lo empezó a mandar a buscar tápers prestados:
Los táper viejos que Berta ya no devolvía y los tenía con agua para el perro
los que Homero tenía llenos de aguarrás en su taller
los que Loli usaba de caramelera
Y volvieron todos, y con tapa.
Tan bien le fue que los vecinos se avivaron y lo contrataban cada vez más seguido (sobre todo en las fiestas, aunque cobrara doble tarifa). Como quien no quiere la cosa, se había armado una PyME.

Hace unos años, el padre de la Bruja se apareció en el almacén con un pasaje de micro y encaró a Coco:
-Necesitamos que te vayas a El Bolsón, porque el salame de Nacho dice que se olvidó ahí el táper de la Tere. Es un camping, quizás los dueños lo estén usando para guardar dulce casero, drogas, que sé yo... Este no es un laburo para cualquiera, pibe; y por lo que se dice me parece que sos el único recuperador de tápers del mundo.
Coco lo pensó un rato, con la vista perdida entre los jamones que colgaban del techo.

Al día siguiente, casi toda la Calle de Tierra fue a despedirlo, dicen que tenía semejante mochila, que parecía una tortuga gigante parada en dos patas. Y digo casi toda, porque Tere y Vicky se quedaron en su casa, siguiendo el espectáculo por la ventana con cara de Qué haaambre que tienen estos.

Esa fue la última vez que vieron a Coco, y las historias que circulan sobre su paradero son tan variadas como las del de Bin Laden: que se hizo militar, que se hizo travesti y labura en un boliche en Bahía Blanca, etc.
Algunos dicen que la madre recibe una postal todos los meses, pero ella no comenta nada.

Desde hace años los táper circulan por la Calle de Tierra, pero no vuelven a sus dueños como en la época dorada de Coco, que quien sabe por donde andará.

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